Armando G.

Dos seres solos

Cuando estamos solos,

sentimos más el aislamiento,

las horas son más largas,

las noches más frías,

la incomunicación de nuestra vida,

refuerza la sensación de vacío y abandono

 

El bello castillo que habitamos,

hoy se convierte en la más miserable covacha,

el eco de los sonidos desaparece,

los espejos se empañan.

 

Me retroalimento de tus recuerdos,

buscos en los perdidos rincones de mi mente,

las imágenes que guardo celosamente,

tu voz, que no me habla,

tu risa, que no escucho,

tus labios, que no he besado,

tus ojos, no encuentro, tus ojo.

 

Quizás confundo amor, con deseo,

quizás, fuego, con pasión,

quizás la brasa que calienta mi alma,

es solo una brizna,

de lo que puede ser tu amor,

para apagarla no hace falta la lluvia,

con un soplo se apaga,

es que, no es amor.