Merardo Sepulveda

LAS VUELTAS DE LA VIDA

Las vueltas de la vida

 

La vida da tantas vueltas que quizás un día

ayer sea hoy o, mejor aún, que el ayer

no transcurra hasta mañana.

 

Así fue que volví atrás sobre mis pasos

a recoger la rosa bella a orillas del camino

o tal vez di un giro para alcanzar en el aire

una hoja de otoño, solitaria, náufraga en el viento.

 

Pero quizás no volví ni giré

sino simplemente me dormí hoy

y me desperté anoche,

junto a ti en tu almohada

embriagado en tus perfumes

enredado en tus cabellos

acunado entre tus brazos.

 

La vida da tantas vueltas que quizás mañana

soñemos con un ayer en el que tú y yo

nos veamos por primera vez

y nuestros pies comiencen a caminar,

nuestros ojos a ver el mismo horizonte

y nuestros corazones a batir el mismo tambor.

 

La vida da tantas vueltas que quizás ayer

comenzó a forjarse otro mañana.

 

 

Volví a buscarte

 

Pasé otra vez por el lugar

en que te quedaste un día extasiada

saboreando la miel

de la rosa encarnada;

 

Allí estabas aún

mojada por las lluvias

reseca por los soles

y las sales de la tierra,

agitada por los vientos

con los ojos vidriosos

húmedos de tantas lejanías.

 

Mis ojos te invitaron

mis manos se tendieron

puse mi capa raída

a guisa de sendero

y tus pies vinieron solos

seguidos de tu sonrisa desgranada.

 

Ven, amiga, refúgiate en la sombra

de mi desgarbada figura,

yo también tengo dolores en el alma;

juntos el pan es menos duro

y el agua menos amarga.

 

 

Invitación

 

Súbete a mi ilusión

Y soñemos mundos posibles

En los que tú y yo habitaremos

Flores renacidas tras las sombras

 

Seca ya tus ojos mustios de tanta sal

Y deja que esos labios secos

Vuelvan a beber el néctar de estas flores

Que renacen en nuestro patio.

 

Abre tus balcones a las brisas de primavera

Que perfumadas de flores y cantos de pájaros

Ofrecen nueva vida…