Havid Stiven

Círculo del Tedio

 

Se detuvo el círculo del tedio donde dabamos tantas vueltas mientras envejeciamos y nos atiborrabamos de frialdad. Aquí gobierna el tedio, indispensable con la inequivoca lógica de llegar a pertenecer en un futuro a esos seres asquerosos y omnipresentes que establecen el estatus, ser parte de ese conjunto de energúmenos de carne y hueso que construyeron las pirámides sociales y que halan todos los días de la cuerda que rodea los cuellos de los más pobres, la que ellos mismos llamaron destino.
La gente se muere por salir de ese círculo maldito del tedio y vivir sin tanto esfuerzo, vivir del fruto del sudor obsequiado por antepasados y por fin llegar a escalar a ese exclusivo cielo en el cual se encuentran todos los demonios del infierno que ríen sin piedad del sufrimiento de los demás mientras nada les atañe su capital.
Havid Stiven