Sandro Tovar

Frío de soledad, eterno frío

Es verano y hace frío, que contrariedad, siento congelarse mis dedos, a veces pienso que el frío viene de mi, de mi alma quieta y muerta, es como la idea que tenia de la lluvia, pensaba tontamente que dios lloraba por algo que hicimos mal, y también la idea que siempre me golpeaba las entrañas de que si dos enamorados se peleaban todos los enamorados del mundo sufrían y se nublaba el cielo, ya no se si seguir así, pensando esas cosas, será que al fin he descansado de amar, de sufrir por alguien, tal ves, pero extraño el sufrir, lo extraño como compañía, no como el masoquista extraña al sádico, nunca me gustó sufrir, pero tenia que hacerlo, mi corazón se agitaba y revolcaba con esas heridas que te provocas cuando amas, y neciamente regresaba al tendido como torero decidido a matar, pero nunca pudo cortar orejas, jamás se llevo la tarde, pobre corazón, corazón marchito de alegrías y tantas tristezas.

Hace frío y el frío provoca que escriba tristemente, escucho una melodía muy tenue que se mete por mis oídos y me recuerda lo lejos que estamos de la paz, de la concordia con nuestros semejantes, será que yo mismo no puedo y no quiero ni la paz ni la concordia, lo pienso ahora y me respondo que no es tiempo de pensar, de decidir, quisiera que al despertar estuviera alto el sol y relajada mi mente, correr y gritar libre pero no puedo, trabajo tanto y me siento agotado, mis descansos son para atender labores que me agotan, y me agobian, entonces me refugio en alguna charla solitaria con mi interior, y ahí elaboro ideas que luego trasmito al cielo, pero nadie responde, por que allá duermen el sueño de los justos, descansan en paz, hace días que no me escribe nadie, me siento solo y decido que esperare a que choquen las líneas frágiles de la red, que se conecten en este espacio y me encuentren flotando perdido en este mar inmenso que no existe y sin en cambio escribo en el, quisiera escribir largamente pero me desespera enredar la historia que tengo metida y que de mis dedos sale para que alguien algún día pueda reír un poco con esto que me ocurre, también deseo que el amor regrese, le extraño ya dije, igual que al sufrimiento. Todas estas líneas son reflejo de la temperatura que se sufre, de la fría y triste mañana que congela mis actos, es el frío, el frío de algo que se ausenta y no se siente mas, ese es el frío de fuera de las cosas mundanas, de las cosas que destruyen el animo, mi animo de escribir alegrías y recuerdos, pero también esta el frío de mi ser, el que emana de mi, que oprime mi corazón y detiene mi pulso, es ese frío que te dejan los años muertos, y que ya enterrados, olvidados, se quiebran y escuchas ese crujir que se viene sobre ti, son los escombros del destino, que finalmente se pulverizan como rosas congeladas cuando las tira una torpe mano, eso queda de un pasado infeliz.
Ahora estoy asi, sin amor y sin sufrir pero me distrae el frío, me recuerda en esencia lo que significaba el dolor, estar así es neutral, y comprendo que los humanos necesitamos metido algo en el cuerpo, algo extraño que nos haga sentir, vibrar de emoción, es la única forma de sentir la vida, esa que fluye en ti, la que te da algo de lo mucho que puede regalarte diariamente, para vivir, para ser enteramente humano.