Alberto Diago

EL ASNO

El asno nunca entendió

que la selva se quemaba

y que él lo podía evitar

si agua en su lomo llevaba.

 

Se lo pidieron de rodillas

el tigre, el sapo y la ardilla;

el leopardo cien veces rogó

... pero el asno nunca entendió.

 

El no quiso ver

lo que los demás veían, 

el no pudo ver

que el fuego más se encendía.

 

Y bien lo pudo evitar

si en su lomo llevaba el agua, 

no se destruirían

ni la fauna ni la manigua.

 

Pero pudo más su terquedad,

a fin de cuentas... un asno;

para que entre en razón

¡faltan apenas mil años!

 

xE.C.