Axel Dueñas

Poder mirarte entre la hojas de marzo

Poder mirarte entre las hojas de marzo

y la neblina de invierno

sin preocuparme

del clima, del hambre, la angustia

(ni aún siquiera de mi propia sombra)

y sentir que la vida tiene remansos

donde el alma encuentra posada 

y encuentra su fiesta,

donde el alma

su cárcel deniega.

 

(Su cárcel que acaricia los barrotes

de otra cárcel con sus plumas inmensas,

amorosas, con sus labios que arden).

 

Pasar el camino de la mano contigo,

disfrutar tu carácter que no conoce barreras

y tu bondad que se esparce 

como el aroma de la vainilla por los pasillos

de la casa de tu abuela, quiero.

 

Quiero tus ojos, aquellos emisarios negros

que despachan la tristeza y se parecen

al horizonte que se cubre con su manto de estrella

y observa por su agujero de luna.

 

Quiero tus labios de sangre

que son un vaso de jamaica fresca y se abren 

cual tierna corola del rosal más hermoso.

 

Quiero tus manos, que reciban mis manos

como al ave que llega a su nido

como el sueño que atiende al cansado

como dios recibiendo a los justos.

 

Somos dos ligeras palomas

que vuelan y ríen

por encima de todas las cosas,

a través del viento divino

que suspende en el éter

nuestras vidas.

 

Poder mirarte entre las hojas de mayo

y la neblina de invierno

y pasar el camino,

de la mano,

contigo,

quiero.