¿A cuenta de qué?
A cuenta de las tentaciones y resolver el por qué,
a cuenta de lo drástico que tomas tu vida…
A cuenta del dolor, después del gozo.
A cuenta de la herida…
A cuenta de la noche que te come viva,
a cuenta de la lagrima después de la sonrisa…
A cuenta del gemido que finge placer,
para esconder la tristeza al sentirse incomprendida.
A cuenta de la aflicción
que adormece en tu interior
clamando en un incendio la sed…
De una llama infernal,
ni el agua, ni el alcohol,
ni el reloj sin función,
ni la carne te salvaran…
Pero lo sabes muy bien
mujer del vaivén, que ese arte
y el don del que tanto alardeas,
de poder decir adiós
sin cuestionar los motivos…
No es un consuelo,
sino una pena.
Así que ahógate,
refúgiate, auséntate y duerme
en aguas turbias,
tus mansas esperanzas
¿A cuenta de qué?
Por: Tezla Abastida
20/05/2018
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