Nazareth Robles

Mi amada

Quería decirle lo mucho que la amaba

Mas el miedo calaba hondo en mi

Una vez más me llamé cobarde

Me dejé vencer

Dejé el sentimiento desvanecer.

 

A como podía intenté sacarte de mi vida,

Aún sabiendo que eso no era lo que quería

Aún sabiendo que ni en mil años lo lograría.

 

Traté de imaginar mi mundo sin ti

Era desierto y sombrío

Un lugar inmenso pero vacío

En donde mi alma lloraba

En donde, clamando tu nombre en las madrugadas,

Sabía que no era nadie sin mi amada.

 

Entonces comprendí

Siempre serás parte de mi.

Porque ni siquiera la distancia me hace olvidarte,

Ni siquiera el no tócate, me hace dejar de amarte.

 

Mi amor, no te tengo

Y siento que muero por dentro,

No es fácil arrancar tu raíz

Créeme que lo intento

Pero está clavada y sumamente atada.

 

Tu raíz sigue creciendo

Adueñándose de mi

Tal cual fértil suelo, mi alma te sirve de duelo.

En vez de cortarte, yo te riego.

 

Así es como ahogo y nado entre tu encanto

Eres imposible de olvidar

Mi amor, en silencio yo por siempre...

Por siempre te voy a amar.