Beatriz Hernando

Pensándote

Apenas quedan lágrimas de tu ida

y aquí me hallo encharcando mis días

en vasos rotos de melancolía.

Suspirando, no veo mi salida.

 

Camino errante derramando mil mentiras

que taponen esta herida,

pero cuando la luz ya no brilla,

como balas perdidas

tus palabras me acribillan.

 

Por mi oscuro transitar

pasan rostros llenos de osadía,

en sus ojos veo el reflejo

de lo que un día fue mi vida.

 

Aún recuerdo el carmín

en esa copa agonizante,

tu pálpito crepitar

cada hálito, cada instante.

 

Aún recuerdo el jazmín

sobre tu piel picante,

el mudo y corto adiós

de tu última constante.

 

Aún nos recuerdo bailando

esa eterna danza de Dante.