Susi de León Campo

Relatos del civil (V)

Intenté contarles a todos, pero nadie me creyó.

Culparon a la anestesia por mis delirios.

Mi insistencia hizo que me mandaran a meses de terapia,

Pero nadie nunca entendió.

En las noticias hablaron de mí un par de días,

Ya que una empresa constructora tomó la culpa

De la viga de hierro, que quebró mis huesos.

Nunca entendí por qué crearon tantas falsas historias con tal de cubrir mi verdad.

 

Todavía me cuesta andar. Mi terapista dice que me tomará un año regresar a la normalidad.

Mi vida es normal, es simple.

Pero ese día me cambió,

Cambió mi percepción.

Siempre pensé que las oportunidades caen del cielo, y precisamente fue así

Una oportunidad, una historia, que ahora la transformé en una nueva forma de vida.

Nunca realmente llegué a verla detenidamente… eso me hubiera gustado. 

Mi reflejo en el espejo me hace recordar, melancolías.

Escuchar su historia; esa voz de fuego.

Acaricio mis mejillas, trayendo recuerdos de amores pasados.  

Podía sentir bajo mi piel cómo la sangre circulaba.

Mis pupilas siempre han sido así.

Otra vez me sentí despierto.

La derecha dilatada y la izquierda no. Me hace sentir especial, por aquel famoso que lo hizo popular.

Su aroma era suave y delicado, no iba con su personalidad.

 

No entiendo qué hacer ahora. Mi propio reflejo me lo dice.

Tengo una casa, tengo un carro, tengo una familia, o solía tenerla…

Puede que ya no tenga mucho tiempo, o quizás sí.

Quizás y solo quizás, si pudiera volverle a hablar, verla volar...

Qué no daría por verla otra vez, alcanzando sus amados vientos de colores…