QUINSONNAS

Martirio (Soneto)

 

 

 

Mis lágrimas desangro en un murmullo

carente del hechizo de tu magia

y hundido me evaporo y me diluyo

sin nada que contenga su hemorragia.

 

El virus de tu adiós me lo atribuyo

y en suma venenoso me contagia

al ver mi soledad que el fuego tuyo

ahora su extinción me la presagia.

 

Me apago descompuesto en mil pedazos

y muero al añorarte esos abrazos

que siempre regalaban tus delicias.

 

Sin ellos mi martirio es ir viviendo

sabiéndome culpable y padeciendo

la ausencia de tu amor y tus caricias.