Eduh Siqueiros

No hay quien lo sepa

Un derrame acuoso de bendiciones,
empapa nuestras lánguidas perspectivas,
para encumbrar a la esperanza en abundancia
y derrocar a la carestía en armonía;
en acto osado y profano la muchedumbre
emite alaridos de invectivas, el ciclo solar en senectud
alteró sus estancias y el gentío amonesta,
aunque es obvio, lo que pasa no hay quien lo sepa:
que si en tempestuoso acto la naturaleza
arrasó cosechas, qué mal;
que si el rayo estelar es más ultravioleta, funesto;
es simple: ante el adeudo alguien debe cubrir la deuda,
hemos sobrepoblado los hemisferios, somos una plaga,
el creciente utilitarismo tecnológico es un engaño,
-en pos de comodidad- a nuestro hogar verdeazul le hacemos daño.