david valencia tobon

Me gusta mirarte hasta que cae la tarde

 

La aurora viste su cabellera de ondulados castaños

de naranjas y azules como si fuese un ser alado

o como si proviniera de esa mañana, encaminado

a hacerse arcoíris por el valle donde pasan rebaños.

 

En las mañanas ella pasea por el puente, El solitario,

para llegar a la plaza a vender frutas y especias

y así, hasta el mediodía en que va y compra acacias

para su madre que la espera al lado del campanario.

 

Así se van ellas, enredadas en los colores de la tarde

pasando por caminos zigzagueantes y de arrieros,

hasta llegar a casa para comer y compartir palabra.

 

Cada mañana vuelve a la plaza con Dios que la guarde

ante las vicisitudes del día, que siempre tienen asideros

por los árboles del parque, las banquetas y la acera.

D.Valencia