Diego Nicolás García Contreras

Alguienes

¿Es el agua como el amor y la pena como el aceite?

Partículas de mi tristeza no se congregan con nada, nadie quiere hacerse cargo del dolor, por eso, suframos amigos míos en voz alta en esta elegía, he delimitado aquí nuestro espacio, un cuadrado de tiza en el pavimento es nuestro refugio, y a nuestro al rededor pelotitas mientras yacemos achoyoncados con nuestro ser resguardado en el regazo...quedémonos aquí, porque si no lo hacemos nadie se dará cuenta de nuestro daño, mejor estamos ahora, acompañados, y miramos tímidamente hacia el lado a ver si alguno se pega como un imán, con su pena polarizada. Y cada vez somos más, hicimos una ruma, por fin estamos juntos amados hermanos, queriéndonos, mirándonos y ocupando nuestro lugar. Cuando salgamos de aquí espero que nos mantengamos unidos, pegados por una liga infinita, y que no nos olvidemos lo que es sentir como llora el alma.