Fátima Aranda

La cotidianidad del verso

No te sueño en la luz de la luna,

en la aurora, el rocío, el mar,

las vías del universo.

No te pienso en lo prohibido,

ni en el canto de las aves,

el rugir de las olas,

ni en el azul del océano.

No me vuelves la vida rosa, ni oro,

ni saltamos la arena cogidos de la mano 

mientras ondea mi pelo.

Te amo en los espacios compartidos,

en las tardes de llovizna y

en el llanto de los duelos.

Te amo en los “conduce con cuidado”,

en el “hoy cocino yo”,

en tu humanidad, tus miedos.

Somos lunes, calma, alarma,

estrés, hogar, somos febrero.

Somos vida, rutina, esperanza,

nos amamos en la cotidianidad 

del verso.

Luz De Gas