Julio Noel

En el suave despertar del alba

En el suave despertar del alba

unos labios redondos besaban el rocío,

las rojas fragancias que exhalaban sus corales

como acerada espina herían mis sentidos.

Fueron desvaneciéndose las lágrimas

y al aire se elevaron mil suspiros,

eran las fragancias de aquellos rojos labios

que se diluían por el azul infinito.

El silencio veló con su sombra los labios

de las rojas fragancias que me habían herido,

en el grácil sopor de la alborada

los redondos besos cayeron en el olvido.

Dorados susurros hendieron la mañana

entre esencias carmesíes y blancos gemidos,

una voz de plata apuñaló mi corazón

y mis sueños se deslieron en el infinito.

 

En las alas del viento