Rafael Escobar

\"MI PRINCESA NAGRANDANA\"

Es el sol esplendoroso que ilumina mi mañana,

es la estrella vespertina, que mi ocaso lo engalana.

 

Con prestancia glamorosa, de hermosísimos trigales,

es regalo su belleza, de princesas ancestrales;

que corriendo las estepas por magníficos maizales;

esparcían sus alientos, de azucenas tropicales.

 

Con sus míticos encantos, me cautiva la existencia;

y conquista mis anhelos con su gran luminiscencia.

 

A mi tiempo lo cobija, con su piel de porcelana,

y sus horas las alumbra con sus rayos siderales,

que parecen pebeteros reflejando su opulencia.

 

En los noches de penumbra, con grandiosa fluorescencia,

es la luna rutilante, de mis sueños otoñales,

que me ofrece transparente, su pureza tan lozana.

 

Contemplando embelesado su vivaz magnificencia,

en el alma me palpita, del amor su incandescencia,

 

y bebiendo la ambrosía de sus labios tan sensuales,

me parece que camino por vergeles celestiales,

que me brindan la tibieza de sus dones virginales

perfumados con efluvios de fantásticos rosales;

 

y observando de sus ojos, su mirada de sultana,

de mis versos es la musa, ¡mi princesa nagrandana!

 

Autor: Aníbal Rodríguez.