EVOLA.RL

A TI PAPÁ

Te Recuerdo...

... ¡A ti Papá!

 

Una Carta a Mi Padre

Y hoy me acordé de ti papá

más de lo normal.

¿Cómo poder olvidarte padre querido?

Si a mí me lo diste todo.

Me diste la vida, la que he vivido

feliz gracias a ti y te estaré por

siempre agradecida querido padre.

 

Me diste tu amor, el que casi

nunca expresabas con

palabras, pero me lo demostrabas

a través de tus acciones

y esmero en tu diario vivir. Las que he

tenida guardadas

hasta hoy en mis remembranzas

más preciadas.

Me diste tu protección, por la que hoy

soy grande,

segura de lo que hago, segura de lo

que soy y de lo que valgo.

Me diste tu honestidad, la que hoy

te agradezco infinitamente,

porque eso hizo de mí una mujer

con una sola cara,

haciéndome sentir que mi vida aporta

algo bueno

a esta sociedad corrompida.

Llena de maldad, traición y falsedad.

 

Me diste sustento hasta ser grande

y por eso aún más

te agradezco padre querido, porque no supe

lo que era mendigar un plato de comida,

tres veces al día en la calle o valiéndome

de algún vecino.

Siempre estuvo allí, caliente y deliciosa

para toda tu familia.

 

Me diste un techo, para no andar

por las calles deambulando 

en el frío de las madrugadas, acaso

mojándome en los días

de lluvia o pasar el calor intenso

bajo los rayos del sol

de mi bello país, el que quema

de verdad en pleno verano.

Me diste tu risa, la que retumbaba

en nuestra casa

y la que aún hoy conservo en mis oídos,

pero ahora la siento un poco más

lejos de mí.

 

¡Oh padre! Cuando disfrutabas haciendo

tus cuentos repetidos,

una y otra vez. Los mismos cuentos

que decías desde

que yo era una niña y eran los mismos que

seguían motivando su risa atroz

hasta poco antes de tu partida.

Tanto los disfrutabas, que hasta te

salían lágrimas en tus azulados ojos

de felicidad.

 

Ahora sin ti, en ocasiones solo te veo

entre neblinas mientras duermo,

cuando trato de asimilar que

es solo un sueño

y que no estás aquí conmigo.

Entonces tu rostro está en mi memoria,

pero se va desvaneciendo y no precisamente

es que te esté olvidando, sino que

te alejas de mi

cada vez más y más.

 

¡Padre Querido! Cómo voy a olvidarte

y es que tampoco así lo deseo.

 

Bien sabes que de pequeña era muy

presumida y me gustaban

las ropas nuevas para

ocasiones especiales.

Tú me comprabas vestidos y zapatos

lindos, sin importar cuanto tenías

que sacrificar para hacerme feliz,

en especial en navidad.

 

Y en las Navidades... ¡Cómo te

sobrabas viejo!

Los dulces, coquitos, gomitas,

las uvas mis preferidas

y manzanas, las que en mi niñez

tanto me gustaban

y ahora todo me sabe diferente sin ti.

 

Recuerdo cuando mami preparaba

la cena de navidad.

¡Ay papi!  Desde tempranas horas del día,

te la pasabas dando

viajecitos para la cocina escurridizo

a dar tus aprobaditas de la cena.

Mi madre se reía y me decía… “Tu papá

va explotar como un globo,

de tanto comer antes que llegue la hora

de la cena”.

Y nos reíamos juntas de ti, porque tú

disfrutabas tanto

las navidades como si fueras niño.

Eso parecías papá.

 

Comprabas comida en abundancia,

para que toda tu familia

pudiera comer exquisito

y éramos diez en ese tiempo.

Hay papá...Esos dulces tan ricos,

como me encantaban. 

Y los fuegos artificiales en navidad.

Cómo olvidarlos, los que,

para cuidarnos, tú mismo

les prendía fuego sólo por protegernos

del peligro.

 

¡Ay Papi! Parecías más niño que nosotros

tus hijos.

Me diste canciones tarareadas sin letras

cuando apenas tenía cuatro años

y aún lo recuerdo perfectamente.

Que las repetías una y otra vez,

mientras me paseabas

cargada en tus brazos, de un lado

para el otro,

hasta quedar profundamente dormida.

 

Me sacabas a pasear cada domingo

junto a mis hermanos

y mi madre. Eran las mismas vueltas

que dábamos en El Malecón

de donde se veía el mar tan cerca

y las que tu tanto disfrutabas

desde tu vehículo

todos allí en familia,

mientras mi madre

te abrazaba.

Fueron momentos de mucha felicidad,

los que deseo recordar, mientras

mi memoria me dure.

 

Eras increíble padre...Cómo administrabas

tus reservas, para que cada

domingo siempre hubiera

dinero y así llevarnos

a todos a cenar en familia. 

Porque si algo bueno tenías

fue que nos acostumbraste

a que, si no había para todos,

mejor para ninguno.

También te lo agradezco porque eso

lo admiré siempre de ti,

aunque algunas veces nos sentíamos

mal por ello,

pero fuimos obediente a ti.

No teníamos de otra contigo,

porque eras el jefe de todos.

 

Solías llevarnos cada domingo a uno de

los pocos y mejores

restaurantes que aquí había

en aquel tiempo.

Particularmente a mí, me encantaba

eso. Eras feliz al sentir la distinción

con la que nos atendían al llegar.

Y lo orgulloso que te sentías papi

de tu gran familia, siempre unidos todos. 

 

Mandabas a preparar una mesa grande

y recuerdo perfectamente en tu rostro

lo feliz que te veía.

Ay Papi...Eras un gallo al cuido de

tus pollitos.

 

Me diste el buen ejemplo, el que hasta

hoy creo he cuidado

como un tesoro valioso en mi vida y el

que he tratado de enseñar

cada día a mi familia. 

 

Lo compartiste todo conmigo papá.

Tus triunfos y fracasos,

los mismos, que me han hecho

una mujer positiva en la trayectoria

de mi vida y ante el fracaso, no tener

miedo a nada y seguir adelante

con valentía. Arrastrando a la orilla

todas las asperezas

que me puedan causar daño

en el caminar.

Hasta de eso aprendí de ti

padre querido,

que es necesario caer,

para luego levantarse con

más fuerzas que antes

y no ser cobarde.

Así he tratado de enseñar a mis hijos,

que sean como un árbol de roble,

fuertes y resistentes en momentos

de tempestad.

Aunque, por otro lado,

soy sensible de sentimientos,

porque mis ojos se humedecen

con gran facilidad y no lo puedo evitar.

Hasta de felicidad.

 

Me diste correcciones muy rectas,

las que me formaron

y me guiaron a vivir

en una sola dirección.

La correcta.

Sin hacer daño a las demás personas

y seguir adelante

aun cuando alguien injustamente

me culpe de cosas

de las que nunca podría ser capaz.

Dejándolo en las manos de Dios.

No soy quien, para juzgar a nadie,

aunque esto no quiere decir

que cuando algo me molesta,

lo deje de decir.

 

No soy rencorosa, ni guardo veneno

en mí corazón. Muy a pesar de esto,

los acepto y siento

que los quiero a todos, porque

en el mundo tiene

que haber de todo, de lo contrario

viviríamos en una monotonía.

 

Me diste una bella familia, mi madre,

mis seis hermanos

y mi abuelita quien vivió con

nosotros por tantos años

y quien fue una bendición

en nuestra familia.

Ella era para como una

segunda madre

para todos.

 

Me lo diste todo Papi. 

Fuiste un hijo, esposo y padre ejemplar.

Cómo no voy a agradecerte

tantas cosas.

 

Que pena que no estés hoy aquí

para leerte mi carta,

en este momento

pero la tenía guardada para ti,

porque después de tu partida he

analizado tu papel de padre

y como hoy es Día de Los Padres aquí 

te nombro “El Mejor Padre del Mundo”.

De mi mundo.

 

Me ha dolido tanto tu partida

querido viejo.

Nunca pensé que esto sucedería.

Merecías vivir una eternidad,

porque te lo ganaste y te lo merecías.

La vida es así, se va, cuando más

encariñado estamos a ella.

Aunque para mí siempre estarás

en mi corazón, pero me duele,

como quiera duele Papá, no poder

disfrutar de tu presencia

este día de los padres. Es triste,

aunque sé que todos

llegaremos al estado en que te

encuentras, es muy duro aceptar

que no estés aquí.

 

Nuestra familia sin ti

no es lo mismo papá,

mi madre está desolada por

la tristeza de perderte.

Sabes que te amaba

igual que tú a ella y sufre tanto

por no tenerte,

que jamás ha podido ser

la misma de antes.

 

Es que…No solo a mí me diste

tantas cosas padre,

sino a tus siete hijos,

a mi madre, a mi abuela

 y a ti mismo.

 Éramos diez personas a tu cargo

padre y te pasaste de responsable.

Fuiste un campeón.

Siempre te recordaré

padre querido, siempre.


Algo que también supe de ti es que...

“Te la sabías todas viejo”.

“Feliz día del Padre...Papá”

 

Aquí te pongo tu canción de López Balaguer

la que a ti tanto te gustaba y la que 

siempre al escucharla, me hace recordar

todo lo vivido contigo Padre Querido.

 

EVOLA.RL

26/07/2020 RD