Cómo derramas tu libertad,
en horizontal, sobre la cama.
Derrochando tus líneas en la
oscuridad, impidiendo mi paso
total. Emerges de la tiniebla
con un diente pequeño, traído
de Gibraltar, reina de las moras
por un día, y de los llanos, aurora
boreal. Sin sonido apenas, latidos
de corazón bueno, nada más.
Escucho pasar tu cintura, agua
bendita de mi vida, al atragantarme
de ti, zarza por la noche oculta.
Cómo dilatas tus formas, amante
mía, sobre la cama, en libertad-.
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