Uno que fué niño abre las puertas al cielo
no hay culpa de cantidad y cualidad
de cada molécula de su vida
ni recibirá un juicio final.
Ningún espíritu pidió al Padre ser rico
pero muchos quebrantaron la ley con sus ambiciones
y su injusticia, hicieron que nacieran los pobres
y ellos entrarán al cielo por su riqueza misma de ser humildes
tan pequeños que agrada a Dios.
Teniendo conocimiento del mal
vivieron para hacer el bien
de infancia a adultos,
no se deslumbraron por el oro
que consume al mundo
de ellos es El Reino de los cielos.
Uno que no conoció el conocimiento con extrana moral
a uno que lo conoció, será el llorar y crujir de dientes
el que obedeció tendrá la ley divina
una morada eterna donde reina el Alfa y la Omega.
Los que no negaron al Padre llegarán a la luz
cuando se cumplan las leyes divinas
hasta lo más microscópico
tiene su significado celestial
en la casa del creador.
El termino pronto habrá muerto
y se acabarán las tinieblas
cuando se entra al Reino,
se entra vivo
en el universo viviente del Padre.
Rosa Maria Reeder
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