walter rafael aguero gomez

Una leve pausa ante mi espejo

Ayer, 

detuve mi andar

ante un hombre que hacía el mal.

Aquello,

evocó en mi interior

que el otro 

es un simple espejo

que me muestra

lo que necesito cambiar.

Mi mente crítica

aumentó la basurita

en el ojo de mi vecino;

mientras escondía los escombros

que habitaban en mí.

Envuelto en el silencio

caminé hacia mi encuentro;

oculto

en lo más profundo

de mis entrañas

me hallé,

buscando todo lo que necesito.

Cierro mis labios

apago el charlatán

que reside en mi casa;

aquel 

que me distrae, 

me aparta de la realidad 

La aventura de vivir

es la ventana

que deja entrar la luz

que como espada

atraviesa mi corazón

para separar el bien del mal.

Cada cosa recupera su dimensión,

cada herida sana a su tiempo,

las turbulencias se calman

dejando entrar sigilosa la quietud 

Todo gira en un instante sagrado.

Ahora,

el ego no me roba el tiempo.

Elijo ante mi cristal

El reflejo de una mejor persona.

Opto por ser feliz

aunque desentone con mi prójimo.

Disfruto al máximo

el resto de mi viaje.

Lo que me ocurre es la lección perfecta. 

Retomo mi aventura.

Cada acción gritará mi amor sanador,

mi fe ilimitada.