Gine

Cartas Vacías

Cartas Vacías veo.

¿Quién diría que después del bello arrebol, 

llega el anochecer?

Y en la mañana, letras sin sostén.

 

El que advierte, sabe;

la que no sabe, se entrega. 

En la mañana, incertidumbre.

Y la fría noche deshace el cálido atardecer.

 

Pero, siempre amanece,

aún después de la arrasadora obscuridad.

Amanezco con quien estará 

Hasta que ya no esté.