Otoño

A Medio Vivir

Nadie se muere de amor.


¡Que más grande infamia!
Duele, que lo digan como si nada.
Como si la vida, algo fundamental y tan sagrado;

fuera el hazme reír de otros.


¡Que corazón tan más negro!
Tienen los que se burlan del sentimiento más hermoso que el Hombre haya creado.

Una decepción o una ruptura de un lazo que te unía en un mismo latir.

Ahora es el motivo de tanto llanto que para unos es su razón de gozo.


¡Que falacia tan más grande!
El que haya dicho que de amor no se muere.
Si cuando te dicen <adiós> ahí mismo deja de latir el corazón;

sea por un amante, un hijo, o ser querido.


¡Que patraña tan injusta!
Pues se ha repetido una y otra vez a través de los años.

Por el amor vivimos y alcanzamos la gloria.
Por un abrazo, por un orgasmo...

 

Así que, ¡muérdanse la lengua!
Cuando digan que de amor no se muere.
Mira aquí, estoy yo escribiendo con el corazón desgarrado,

a medio vivir.