Freddy Kalvo

Oneyda Gertrudis

Veintiocho versos he tejido

con los algodones del cielo,

a la familiar que he querido

como la brisa del riachuelo.

 

Y le celebro con mis versos

muy alegre su natalicio,

con los sentimientos inmersos

por tanto gentil sacrificio.

 

En este veintiuno de julio

de felicidad estoy lleno

y mis versos con su tertulio

el día en ella lo harán pleno.

 

Su luz interior es hermosa

y con un corazón genuino;

ella es tierna y muy amorosa,

sin un sentimiento mezquino.

 

Le estaré siempre agradecido

por sus atenciones humanas,

que en su alma siempre han florecido

como aquel sol de las mañanas.

 

Es agraciada e inteligente

espero que ella no se asombre;

de la familia es un cimiente,

¡Oneyda Gertrudis, su nombre!

 

Le doy mis felicitaciones

por los años que está cumpliendo,

de Dios obtendrá bendiciones

porque en Él seguirá creyendo.