Julio Noel

La trémula aura mecía las plateadas hojas

La trémula aura mecía las plateadas hojas

entre los hilos de oro y grana de la tarde

y los rojos suspiros de una rosa

prendidos quedaban en las ramas de los árboles.

La alameda movía sus párpados de plata

con la ligera brisa de los labios del aire,

sus verdes ojos poco a poco se ocultaban

del fragante carmín de los rojos rosales.

El oro del ocaso tiñe las blancas nubes

y el silencio se desliza por el verde valle,

las cálidas voces de los pájaros cantores

se apagan como suspiros que se lleva el aire.

La rumorosa corriente del cantarín río,

diluidas en sus plateados cristales,

se lleva las penas que invaden mi corazón

a lo más escondido del fondo de los mares.

 

En las alas del viento