Ellie Woonlon

Poema de un picnic

Una bicicleta, ir por el camino.

Comprar paleta, queso y jamón cocido;

en la fiambrera guardar sanguchitos.

 

 

Lorenzo, profesor querido;

por su esmero, sé cocinar en lo ígneo.

Con sus nervios y libros estrictos,

yo haría un rico almuerzo ejecutivo.

 

 

Fin al deleite, y luego jugar un partido.

Uno sobre el césped, con los chicos.

Los entrenadores que espectaron:

Hernán y Franco, desde el mantel con cascos.

 

 

Como si fuéramos a lastimarlos.

Subestimar a los demás es equivocado.

Pisemos firme, y dejemos de serles fulanos.

Valores para construirte, no los olvidaré como a un pulgar.

 

 

Me lo pregunta mi cabeza,

mi familia en casa y la hormiga chusmeta. 

Decirle a quien sea... que ya no, jamás.

Sin delicadeza, primero miro hacia atrás

¡Y no, ya no quiero un papá!