Ma. Beatriz Vicentelo Cayo

NOCHE DE SANTIAGO... Romance

 

NOCHE DE SANTIAGO

 

Era noche de Santiago

no la de Lorca, la mía

esa tan mía,  con ríos

de aguas compulsas ardidas

que destrozaban los diques

pudorosos de evasivas

 

Antes de llegar a casa

lo esperé por las orillas

con la luna volteada

con la noche entretenida

El desmontó del caballo

yo salí en noche vencida

y mis ansias con descaro  

asomaron por pupilas

 

¡Ah, que no se imaginaba!

Lo que la noche ofrecía

 

Él,  de pié en erguidas piernas

yo, rodé en lenta caída

y ahí como una culebra

enmarañando a su víctima

con mi izquierda abrí el corpiño

con la otra subí faldilla

y mis manos en su vuelo

subieron por mis rodillas

y sobé mis tersos muslos

ante ramas extendidas

se alborotaron caderas

con furia de las hebillas

¡Y en aguaceros de besos!

Reafirmé mi conquista

 

¡Una espada de temblores!

Penetró por mis arcillas

acariciando desnuda 

todas sus carnes prohibidas

 

Ay ¡Qué manjar exquisito!

Qué deleite de ambrosía

¡Qué de acrobacias en fuego!

En los vientres y costillas

¡Qué escapada de suspiros!

En su aventura escondida

¡Qué laurel de seducción!

Sin ser yo la seducida 

 

¡Él se llamaba Santiago!

¡Yo le di la noche mía!

Y di también un sencillo

lo único que me asistía

para comprar costurero

a la hembra desconocida

que era su \"señora\" y en casa 

 tranquila, casta dormía  

 

Mirándome apasionado

dijo en nuestra despedida:

\"¿cuando te vuelvo a ver?\"  - ¡Nunca!

¡Tú no eres para una vida!

 

Beatriz Vicentelo

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