walter rafael aguero gomez

Eres la esencia de mi existir.

Mujer,

el vivir dejó astillas

que no me podía sacar;

éstas,

atraparon mi alegría.

La rutina

se volvió óxido

que envejeció mi alma;

malgasté mi existencia

dejando migajas en el camino.

Atajé el pasado,

limpié mi rostro 

de las marcas vivenciales.

Pude redimir mi sentir;

soy un átomo de polvo

en la inmensidad cósmica

suspendido en el tiempo,

en el espacio.

Inicié,

la metamorfosis infinita,

el abandono permanente 

del traje viejo.

Dejé al descubierto

todo lo positivo

que se fijó en mi consciencia.

Oculto en mi alma

estaba el bien.

Solté la amargura

que me envenenaba,

el rencor tóxico

que carcomía mi interior,

la carga pesada de la culpa

que deterioraba mi vehículo,

los recuerdos dolorosos

de quienes me dañaron.

Comprendí

que no necesito cambiar al otro,

cada uno camina a su ritmo;

la diversidad,

se mueve hacia la unidad.

descubrí mi ser interno,,

sané mis heridas,

tomé mis talentos,

transformé las cosas.

Evolucionar es mi propósito 

Me alimenté

del amor ilimitado de Dios,

limpié el hermoso jardín

de mi corazón

para dejarte entrar

con tu maravillosa energía.