taltamira

Leticia

Poco a poco van llegando los niños, casi antes de sonar la campana se amontonan a la entrada para  llegar, pronto se  cierra la reja, no entra uno mas.

En el patio de la escuela se forman en orden de grupo, mucho bullicio hasta escuchar un firmes ya!!.

En el salón de clases, tocan la puerta. Es Leticia, tarde otra vez, pásale le dice la maestra con vos firme y alta, todos miran a Leticia, ella baja la mirada ante las burlas y señas de los mismos que gustan de molestar.

La maestra dice que pase la comisión de aseo.- en seguida Francisca revisa zapatos, calcetas, dientes y peinado, de nuevo la comisión pasa a reportar, Leticia no se peinó, rápido Leticia a la defensiva replica,  si me peiné! .

Así pasan la semanas y Leticia se ha hecho una rebelde y solitaria, durante el recreo se aparta ,  la miro a lo lejos y pienso quisiera tener ese cabello largo y abundante de largos rizos que luce tan bien con su diadema amarilla, pero  ya a mediados de semana sus rizos pierden su lugar. A veces cuando pasa junto a mí le sonrío discretamente  y he querido llamarla , pero por temor  prefiero irme a jugar. En casa le cuento a mamá lo que pasa y pregunto porqué dicen que Leti es así.-  mamá me contesta, no es sucia es que su piel es un poco mas obscura , pero sus ojos y cabello son hermosos ,pero tú no eres así , tú háblale, tú eres educada.

Hoy es lunes, llegué temprano , Leticia y su papá están en la dirección, ella sale contenta, no hay  nadie todavía del grupo, ella se dirige a mí y me cuenta que su mamá está enferma pero que su papá ya estará aquí,ya no trabajará  lejos.

En el recreo, ella se acerca y me dice, que bonita es tu cara y con tus pequitas pareces muñequita y su mano la pasa de manera cariñoza por mi mejilla, y me dice cómo me gustaría ser como tú. No entiendo yo quiero tener sus ojos y gran cabellera y ella quiere tener mi cara, hasta ahora entiendo que vivimos en una sociedad con prejuicios y que en la etapa infantil somos presas fáciles y víctimas de mala educación que se trasmite de los padres a los hijos.

 Hoy vi a Leticia, la reconocí fácilmente, me acerqué a ella y le dije soy ¡Mary! estuvimos en la primaria, te acuerdas de mí.- no, contestó pero si estuve en esa escuela.

Se ha convertido en una mujer muy hermosa, sin embargo ni siquiera me reconoció.

En ocasiones nuestra mente reacciona tan inteligente que nos protege borrando las circunstancias o etapas de nuestra vida que dañaron a lo que llamo autodefensa.

 

Leticia  fue víctima de pobreza, racismo y bulin, así como  indiferencia de los maestros.