Edel Vicente González Pérez

Sorprendente mar (Soneto)

Cada mañana me sorprende el mar;

no sé si descuidado a mí me pilla,

y no sé si es ola sola o la orilla

o si es sólo voz para intimidar.

 

Majestuosidad que hace trepidar,

ante su deslumbrante poderío;

incesante viento, agua, arena y frío,

que hasta en mis sueños oigo su bramar.

 

Todo lo que el mar me entrega bendigo,

con fuerza su magnetismo me atrae,

y en la universidad del oleaje,

 

Veo miles de ondas en atadijo,

que el errabundo viento no distrae

y asido a su orilla prosigo el viaje.