Hay que aceptarlo…
Algunas veces el castigo es tan fuerte que nos rendimos y nos dejamos caer.
Hay algunas veces que no sabemos que es lo que se esconde,
detrás de aquella barrera llamada soledad.
Sentimos miedo.
Tal vez tristeza.
En su mayoría confusión,
pero hay un punto donde la soledad y la tristeza,
son un todo ideal.
Justo cuando no hay alguien a tu lado, al menos eso es lo que todos creen,
la soledad acude tan rápido como ningún otro ser,
te acompaña y se que callada para que le cuentes tus problemas.
Aunque tu no lo sientas, ella te abraza y te trata de consolar de mil maneras.
Cuando alguien cree que no tiene con quien llorar,
está totalmente equivocado,
esa tristeza, llora contigo, desahoga sus penas contigo,
y aunque no lo dice ella también esta a tu lado para que desahogues tus amarguras;
Junto con ella.
Ahora veo y comprendo porque Dios creó:
La tristeza y la soledad…
…Para tener un fiel compañero que no nos deje solos
en las penas de un mal de amor.