Nuevo Puerto

Me Alimento de Sueños

Me alimento de sueños

tal vez imposibles.

El presente se aferra a mi

como un ancla en la arena

del fondo del mar,

del mar profundo

de ideas abstractas,

de ideas perdidas,

como nubes viajeras,

como instantes dormidos.

 

No hay razón

para tener en cuenta el horizonte.

Nada parece acercarme

al final del camino.

El sol se oculta siempre

tras la vereda de mis sueños

y la noche parece tener prisa,

y siempre llega temprano.

 

Suelo caminar descalzo

por el sendero a cuesta

casi sin descanso.

Suelo respirar profundo,

tragar el aire escaso,

seguir subiendo lento

y terminar sin rumbo

constante y desorientado.

 

Suelo pisar suelo mojado,

mis pies no dejan huellas marcadas;

restos de piel y espinas desenterradas;

ruta de escombros, huecos vacíos,

recuerdos de mis pasos olvidados.

 

Quizás algo nuevo me espera

a la vuelta de la esquina...

 

Mi barco lleva a la deriva

ya algún tiempo,

esperando viento a favor.

 

No desistir!

Nunca renunciar!

No dar marcha atrás!

Simplemente seguir...

Simplemente soñar...

 

Aunque el sueño se esconda,

sigue habitando seguramente

en algún lugar cercano,

donde la luz brilla tan claramente,

que es posible que ni la vea,

por ser Yo quien se niega a verla,

o ser quizás, sin saberlo;

el que se encuentra ausente.