Esta noche mis letras son insomnio.
De Morfeo no se nada
solo del espejismo de un sueño
donde aspiro a ser un arrullo.
Mi voz quiere agrietar la noche
ser cercanía para los sueños lejanos
una nota interestelar que conjure;
a mis ronquidos extraviados.
Entre grillos que entorpecen el nacimiento de un silencio absoluto,
y rugidos que se marchitan en el asfalto;
la noche me reclama como testigo
soy un vigilante incaduco del sueño de otros
letrista de la historia de calles sin luz
seminarista de pasos ausentes
Maestro de ceremonias de la madrugada.
Esta noche hasta un murmullo es un desdén de Morfeo
insomnio que me devora y me regurgita
para otra vez devorarme.