pani

MAS ALLÁ, DEL MAR TIRRENO...

 

Descendí a las tierras negras

del Helesponto,

donde el verano se desdibuja

muy lentamente...

en las aguas cristalinas del Egeo.

 

Entre anchos y relajados parajes

de alóe y genista...

vencí a las bacantes

deshojadas pálidamente,

en las saturnales oscuras de su suerte.

 

Crucé los amplios parajes

de la ciudad de Esmirna...

 

y en sus tierras altas,

y entre brumas olorosas

escanciadas de lavanda...

 

divisé las Cicladas

desnudas,

en la copa irreverente

de su dicha.

 

Ya se nos muestra

ante la mirada...

un nuevo día presuroso

entre prados infinitos,

 

más allá de aquellos

que desatan...

la medida desasosegada,

 

en lo esbelto...

y descuidado

del crepúsculo.