Yamila Valenzuela

Mielero (ocurrencias)

 

 

 

 

Elevóse el silencio

cual cometa en la brisa

calentando el paisaje

divirtiendo el sendero

donde corren las ganas

del cortejo sin prisa

y el amor se contempla

como ardiente brasero.

 

Asercóse la tarde

más con ella la risa

que se lleva por dentro

como fuerte aguacero

calentando el deseo

donde el amor revisa

el perpetúo anhelo

de acariciar primero,

 

al espíritu blanco

que a todo ambiente irisa

en tonalidad rosa

siendo el suave asidero

de cientos de colores

que a la pasión precisa,

 

y da el color correcto

para aquel romancero

que canta con el alma

de forma muy concisa

y al corazón se pega

volviéndolo mielero.

 

Yamila.