Danny McGee

DOMUS MARE HOTEL.

DOMUS MARE HOTEL.

Se veía el mar de frente y el color que se ofrecía a los suaves y celestes ojos que da el cielo cuando estás enamorado.
Me dejaste ser la llama de tu cuerpo revelado esa tarde donde el mundo parecía entre mis manos.

Comprobé esa misma tarde que el más bello paisaje simplemente era cualquiera mientras te viera a mi lado.
Me fuiste a dar la magia tan certera como un rayo y yo pude ser poeta de tu fino cuerpo claro.

Se veía el mar de frente y el sabor a poesía de las suaves y celestes olas que te cantan cuando ya estás embrujado.
Me ataste a una canción una tarde de verano cuando el viento era tu voz y el fuego eran tus labios.

Comprobé ese mismo instante que el ritmo del oleaje era simplemente el tuyo llenándome con notas de sonidos refinados.
Me fuiste a dar la magia tan certera como un rayo y yo pude ser poeta de tu fino cuerpo claro.

Se veía el mar de frente y el calor que se ofrecía a los suaves y celestes ojos que da un hombre cuando siente que es amado.
Me dejaste ser la llama de tu cuerpo revelado esa tarde donde el mundo parecía entre mis manos.