Malavente

DECEPCIÓN

Vaya, las primicias, cómo envejecieron
cómo el azar se convirtió en castigo
cómo el futuro se vació de humildes
cómo los premios cosecharon premios
cómo abandonaron los amores
cómo la hazaña terminó en sospecha
y los oráculos enmudecieron.

Todo se hunde en la niebla del olvido,
pero cuando la niebla se despeje
ahí estarán todos los cadáveres
dejados en la cuneta por el triunfo
de los que vivieron sin conocer
los límites de su pequeñez.