Alabama Selva

Novata en Alta Mar

 

Como reflejo de plata,

de obscena mirada y sofocado semblante,

apareció en mi horizonte su ilustre alma

entre intensas palabras

llenas de pasión y arte

detrás de una triste y desconfiada alma. 

Caminaba dudoso y solitario

persiguiendo ilusiones,

formas que lo impulsarán;

lo encontré un día así,

y esa noche ya era yo quien lo escuchaba

con un intenso callar agarrotado en mi garganta.

 

Portaba una vida extraña, 

una vida que no era suya,

vasta en reproches, secuelas

y de una estabilidad malsana.

 

No lo hizo bien.

Lo fácil llegó a su vida y no lo hizo bien.

Cruzó una puerta cerrada

que aporreaba con rabia,

siempre escapando de alguien

como un aterrado desertor esperando al alba. 

Un karma escarchado de rencores y falacias 

y una infatigable obsesión desesperada

lo llevaba a puertos errados

y a una bahía con trampa

que la vida le tenía preparada. 

 

Era un pirata cojo,

quizá sólo cuando no lo miraban;

y yo, una novata en el alto mar que él pisaba

con su única pata.