Miro hacia atrás,
acostumbro hacer eso.
En retrospectiva
veo mí proceso.
Veo una chica frágil,
se rompe muy fácil.
Está un poco perdida,
busca alternativas.
Me veo y me entiendo.
Necesite pasar por todo eso.
Me veo y comprendo
que todo tiene su remedio.
Me alegro por supuesto
del gran cambio por dentro.
Era amor por mí, de hecho,
lo que me dio un techo.
\"Adolescer\" tomó sentido.
Así se vive el cambio.
Así todos maduramos.
Gracias a lágrimas y hartazgo.
Me perdí es cierto...
No lo negaré.
Perdí el sagrado tiempo
pero también me encontré.
Cerca de dos años
que fueron desperdiciados
a los ojos de los demás.
Para mí fueron preciados...
Soy otra persona:
Que no se rompe cuando la tocan
Que tiene una voz propia
Que ama lo que fue y es
Que se levanta, que mejora
SOY sin importar qué.
Sin importar quién.
Gane mejores personas
y perdí otras.
Y está bien.
Ya no sufro las pérdidas,
me tomo el tiempo de entenderlas,
de agradecer su presencia
y que vuelen a dónde desean.
Estoy bien conmigo...
Soy todo lo que necesito,
cuido a los míos,
que juntos hacemos el camino.
Y algo de suma importancia:
Amo la farmacia.
Carrera que me ha agotado
tanto como la he amado...
Vivo el día, el hoy, el ahora.
Doy pasos para llegar a mí meta.
¡Disfruto la cuarentena!
El estudio, mí trabajo, las penas...
No me agobia si no sale como quiero,
esto es lo que puedo vivir hoy.
Sólo pienso en cómo sacarle provecho
y seguir retocando lo que soy.