Lcdo. Breidy Antonio Lara Abreu

MI VIEJO

MI VIEJO

A la memoria de  mi Padre

Bajo la plomiza lluvia, con su paso de postín
lo diviso allá a lo lejos, trae a cuestas su violín
su sombrero borsalino, su traje y corbatín
¡ese es mi viejo querido, mi espera llega a su fin!

Inolvidables momentos, con mi padre compartí
grabados a sangre y fuego, en lo más profundo de mí
como la vez que temeroso, a la escuela el primer día fui
pero mi padre estaba a mi lado, bien sonriente y feliz.

 

Cuando se iba de parranda, no me acostaba a dormir
hasta saber que mi viejo, estaba ya por venir
un día que me venció el sueño, y al llegar no lo sentí
me levanto del chinchorro; y me abrazo diciendo así:

Eres mi vida pequeño, y la vivo sólo por ti
al padre eterno le pido, que me permita vivir
para compartir contigo, y enseñarte a discernir
entre lo bueno y lo malo, y después  tranquilo partir.

 

Que aprendas que con empeño, podrás tu vida esculpir

que por imposibles los sueños, se pueden realidad convertir

de que tu limite es el cielo, y más allá se puede subir

que no debes vivir con miedo, porque es una gran aventura vivir.



“Aun veo su regia figura, paseando por el jardín
cuando las chicharras llegaban, los primeros días de abril
en silencio se extasiaba, con su peculiar  “rin rin”
y sus cantos acompañaba, con las notas del violín”

Así es como lo recuerdo, bien contento en un festín
yo no sé si fue su destino, o tal vez Dios lo quiso así
pero un día se marchó mi viejo, rumbo hacia el azul sin fin
sin un adiós, ni un hasta luego, quedó mudo su violín.

 

Sentí truncados mis sueños, en un pozo negro me hundí

y mi dolor se hizo eterno, pensé que  no podría vivir

de mi mundo eras el centro, y no sabía que hacer sin ti

mis días entristecieron,  sentí que me iba a morir.

 

Pero gracias a tus tantos consejos, que afortunadamente oí

me impuse al dolor mi viejo, y  del foso pude salir

tuve que batallar parejo, pero jamás me rendí

el logro de mis metas y sueños,  hoy todos te los dedico a ti.

 

Mirando este día lluvioso, quise  que estuvieras aquí
alzó vuelo el pensamiento, raudo, con rumbo hacia ti
fui hasta tu cuarto mi viejo, y allí en el espejo te vi
y con lágrimas en los ojos, la bendición te pedí.

Donde te encuentres a Dios ruego, le suplico que  puedas oír
este manojo de versos, que hoy temprano te escribí
con  el más profundo cariño, perfumados con rosa y  jazmín
con el amor más grande mi viejo, que  este  hijo siente por ti.

Lcdo. Breidy Antonio Lara Abreu

El Tigre, Estado Anzoátegui, 21 de Junio de 2020