Sepulcro Beltran

Sodoma

 

 

 

Nos asfixiamos, nos dejamos llevar 
por lo vil y lo mundano;
por esa inquietud de 
agarrarnos de la mano;
por el clamor de en nuestro 
interior perdernos.

 

Claudicamos y pecamos;
nos arrancamos a mordidas 
los pensamientos sensatos;
yo sudando, tu gozando;
liberando en concordancia
un concierto tan humano.

 

Nos ahogamos, nos tragamos
y paulatinamente los deseos desfogamos.

 

 

 

Eternas lunas-.