JesusMangas

La cita.

Despojados de las caretas y corazas,

Con las que acostumbramos vestirnos

Para el diario vivir;

Nos encontramos,

Como metódico ritual en nuestras vidas,

Como  fórmula alquímica

Del arte de vivir.

 

Intercambiamos fragmentos luminosos

De tu ayer y mi ayer

Y en tetera cantarina los escalfamos

Como escalfan los chinos el té.

Los bebimos sorbo a sorbo,

Decantando los recuerdos, degustando

Sus nostalgias umbrías y su mágica luz.

 

Las horas nos trataban con respeto,

Como si a dioses contemplaran,

Y en un acto reflejo, inesperado,

Sincronizando tus sentidos y mi sentir,

Nos quitamos los años de los hombros

Y por un breve instante

Nos sonrió juventud.

 

Bregamos por la mar de los recuerdos,

Apartando los deformes de los bellos;

Confeccionando, entre risas y suspiros,

Historias de café, 

Donde tu vida y la mía, entrelazadas,

Iban tejiendo la urdimbre de una historia

Ajena a los demás.

 

Sentados, mirando al horizonte, 

Descubrimos que el tiempo no es quién pasa

Y que muere quien no aprende a vivir...

Con la voz delesero,

El presente volvió.

Y se tragó la luz de los recuerdos

Con la barca y la mar.

 

Mientras el hoy me pinta lo despinto;

Mientras me quita y le quito y nos quitamos;

Abro mi agenda para anotar en ella 

Nuestra próxima cita.

En tanto llega, mientras te vas,

Los fragmentos luminosos que me diste,

Me bastan para vivir.