Theo Corona

Aquella noche, aquel lugar

 

 

 

Aquella noche,

aquel lugar

 Y me fui al bosque

Aquella mañana fría,

Fue la mañana de aquel día

Con su rosado coral.

Fue justo en la rama del nogal

Donde encontré la miel,

La más dulce del lugar.

 

El hada silbó la copla

La tonadilla se hizo nube;

Ella cobijó el beso,

El beso de aquel querube.

Porque los sueños;

Dejan de ser sueños,

Para brillar por las nubes.

 

Así la campanilla del tiempo

Con los verdes de esperanza,

Matizó con su elegancia

La mocedad trascendida,

Que se hizo almohadón

En el lecho de la danza.

 

Así fue que la fragancia

Inundó aquel lugar;

Bosquecillo  sin igual

Para los amores  festivos,

Que así fueron testigos

De un  romance parental.

 

Cerró así el amor

Los doseles en pentagrama,

Que a fortuna de aquella dama

Se hizo nido ideal.

Y asidos de la mano

Palma con palma unieron

Su ya logrado panal. 

 

        Theo Corona      

Junio, 2020