Julio Noel

Tu dulce voz se apagó en la noche estrellada

Tu dulce voz se apagó en la noche estrellada

como el pábilo que a su fin llega de una vela,

el verde fulgor de tus ojos el éter riela

en los negros abismos de mi alma apasionada.

Murió tu rojo canto en la orilla de la nada

como suspiro de amante que tu amor anhela

y ahora el tétrico silencio de la noche vuela

con una hiriente espina en mi corazón clavada.

El color de tu voz renace en la alborada

con luces carmesíes y verdes melodías

para arrancar de mi corazón la aguda espina.

En el leve dormir oigo tu voz divina:

entre rosas me inocula dulces alegrías

que arrancan de mi corazón la espina clavada.

 

En las alas del viento