Daniel Pintado

Escrito el 10 de Junio

En un balcón.... viendo la madrugada celeste
y pensando en ella. 

Cariño, yo podría darte un mundo de amor, 
sin ningún infierno, pero yo seré tu demonio, 
y entre brisas nos cuidaremos los dos, 
y subimos a nuestro paraíso de besos.

Intento romper el cristal de tus enojos, 
si yo podría, hasta rompo el llanto que tienes, 
lo convertiría en caricias, en locuras, 
y mostrarte el paraíso que tanto deseas. 

Te amo tanto, y odio que no me tengas, 
para mostrarte un millón de cosas, 
para ver tus tristezas, tus enojos, tus felicidades llenos de júbilo, 
y protegerte como la única clavelina en mi mundo. 

Te aprecio tanto que nos enfermaremos de cariño, 
y que nuestro remedio sea besos y placeres, 
y si hay un remedio fuerte, que sea nuestro amor, 
y si no hay un remedio, viajamos a nuestro paraíso de besos, 
y disfrutamos nuestro idilio de amor, 
y me enamoraré más de tus ojos ávidos llenos de dulzura,
por eso es que por dentro de mi grito y grito, 
que jamás te marchites. 

Y Que esos lindos labios y tu rostro de avena
sean para yo admirarlos.