Julieta Iallorenzi

FLORESCENCIA


No hay tiempo de reposo

Cuando acontecen terremotos,

Ni ocasión de echar raíces

Cuando aproximasen aludes.

Mas mi corteza yace aun

Erguida, risueña, sonriente

El semblante firme

Frente al sol naciente,

Batallando mil luchas por día

Con nefastas tropas

Y pese a todo,

Intacta mi alegría trota

¿Como es posible

Que los ojos no se apaguen

Ni el temple se desgaste?

Para responderlo

El árbol debe preguntarle

A sus raíces

De que están hechas,

Para soportar incendios y tormentas

Erosiones cruentas.

Que la trasplanten

De una punta a la otra

En la tierra.

Que le corten tallo y ramas

Como brazos y piernas.

Y así hundí

Las manos en el barro

Buscando el origen

De por que

Hago posible lo imposible.

Y supe

En la raíz de mi nombre

Yacía la respuesta;

Que Gemmi Iallorenzi significa

La guerrera coronada de laureles,

Y los laureles que besan la gloria

Son el destino de mis guerras.

Por eso hasta el mismísimo mal

De mi se aterra, porque todo cruel

Cometido contra mi acaba fallido

Soterrado en el fango del olvido

Mil metros por debajo de la tierra.

Aquella manta envidiosa

De cenizas blanquecinas

Que cubre las corolas de los días

Acaban siendo barridas

Por un tsunami que a mi se parecía.

Solo al enfrentarnos al horror

Podremos relucir

Nuestro genuino honor.

Y no hay solido trono

Para lo oneroso

Ni tiempo de descanso

Para los ominosos.

Porque maldad es la cualidad

De lo que esta en mal estado

De pútridas setas no esperes

Diáfanas flores,

Solo hediondos

Tonos distorsionados,

Y repugnantes olores

Que al noble avellano causan dolores

Mas no le quita a la passionaria

Sus irisados colores.

Porque todos los cuerpos

De abono servirán

Mas no todas

Las almas florecerán...


JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS