Se te notan los ojos chiquiticos, porque te invade la risa,
ahora conozco la extensión de ésos labios,
ahora se te nota el alma libre,
y tu cabellos apuntan hacia un norte…
Ahora ya conocí la biografía que te plasma,
un punto de partida que te llevará al reino de lo que siento,
las cadenas se convirtieron en collares,
las esposas que te apretaban, ahora son pulseras que te adornan.
Se te notan los labios húmedos,
la piel suave que se mezcla entre la seda,
se nota tu forma de caminar ardiente,
y promete la noche regalarme,
una historia contigo entrelazada locamente.
Se te notan las alas blancas,
tus estigmas hacia una promesa,
los signos parecidos al amor,
y también a un agradecido corazón,
cruzándose en el camino joven, por donde yo pasé...
Ricardo Felipe
El último bardo