Alexander Vortice

Recién Nacido

Cuida de mis gafas y cuídame

como si fuese un demente venido a menos

por motivos de bella estupidez.

Cóbrame todo lo que le debo al destino;

sopórtame si soy rana o sapo, león o gato,

hado o soporte de besos caducos,

clímax en decadencia o ira repetitiva.

Córtame el cerebro cansado de tanto

cantar y despreciar odas,

cúbreme con el manto del desengaño

y cédeme el brío inesperado

de un recién nacido.