Nuria de espinosa

El llanto del ángel


Lloraba como agua de mayo, pues

no podría regresar al cielo.

Cometió el peor de los pecados:

amar a un mortal y

engendrar su fruto.

Antes deseaba el fuego eterno;

pero ahora que conocía

el sabor

del amor y su esencia

más pura.

Deseaba permanecer

en la tierra. 

De pronto una luz cegadora

iluminó toda la estancia

y no se supo más del ángel.