Jose Luis Posa Lozano

BELLEZA Y PERFECCIÓN

La perfección es una cualidad intelectual, la belleza, una percepción espiritual. Una obra puede ser perfecta y dejarnos fríos y sin embargo, otra cuajada de imperfecciones, puede sacudirnos el alma y eso es en parte, porque la belleza también está en los ojos que la admiran. La belleza es paz y es equilibrio, pero hay otra forma de belleza, es la belleza de la tragedia, la que conmueve, la que sacude, la que desgarra y esa belleza es quizás la forma más sublime de la expresión humana.
Aquellos que pontifican que no existe poesía sin medida, ritmo y rima son los mismos que solo aceptan la pintura figurativa, la música sinfónica o la escultura hiperrealista, aquellos que exigen que el teatro conste de tres actos y la narrativa de planteamiento, nudo y desenlace. Cada aurora, cada anochecer son irrepetibles, ninguno sigue unas reglas cromáticas, los pájaros del amanecer cantan sin partitura, y las manos, esculpen el cuerpo deseado con los ojos cerrados. La belleza no está en el continente, es el aroma que respira el oyente, el brillo que ciega al espectador y eco que conmueve el alma del lector. La auténtica belleza no conquista la inteligencia del cerebro, conmueve la sensibilidad del corazón.